En la actualidad las mujeres van tomando más protagonismo en nuestra sociedad. Por ello, dedico a una mujer este artículo, a Santa Teresa de Jesús.
Su nombre real era Teresa de Cepeda y Ahumada. Nació en 1515 en Ávila y falleció en 1582 a los 67 años. 
Su vocación empezó a los 16 años al entrar como interna en el colegio de Gracia, regido por agustinas.

Cuando tenía 20 años, una amiga que estaba en el convento de la Encarnación, la convenció para que profesase allí, a pesar del desacuerdo de su padre. Tras dos años en la Encarnación enfermó muy gravemente llegando casi a morir. Tras su recuperación tardará 5 años más en valerse por sí misma.
A pesar de ser cuestionada por la Iglesia en aquel momento, fue una mujer valiente, decidida y persistente, llegando a fundar 17 conventos, el primero en Ávila en 1562.
Conoció a San Juan de la Cruz y ambos fundaron la orden de carmelitas descalzas (para mujeres) y carmelitas descalzos (para hombres). Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz son el gran referente del misticismo cristiano a finales del siglo XVI. De Santa Teresa destacan las siguientes obras: Camino de Perfección, El libro de la Vida, Castillo Interior, etc. 
Fue beatificada por el Papa Pablo V en 1614, canonizada por el Papa Gregorio XV en 1622 y nombrada Doctora de la iglesia en 1970  por el Papa Pablo VI.
Su onomástica se celebra el 15 de octubre.