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Luis Miguel Castillo nos visita.

capuchinos1.opennemas.com  |  23 de abril de 2018 (01:50 h.)
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El gran árbitro murciano viene a contarnos su experiencia en el oficio.

El pasado 14 de marzo tuvimos la oportunnidad de recibir en el Colegio San Buenaventura Capuchinos a Luismi Casillo, árbitro profesional de baloncesto.

Luismi nos contó su experiencia en el arbitraje, nos explicó las funciones de un árbitro, etc.

Luis Miguel Castillo es árbitro desde los 15 años, comenzó siendo un hobbie gracias a la influencia de su hermano mayor y después de superar muchos momentos malos, a mitad de su carrera universitaria, decidió dedicarse completamente al arbitaje. Desde que comenzó en el curso de 1995/96 lleva 23 temporadas activo, 11 de ellas en la ACB y otras tres como internacional, ha arbitrado ya 282 partidos en la ACB.

Nos explicó que el árbitro es como un juez en la pista, que tiene la capacidad de enviar a un jugador al vestuario, que el árbitro es la máxima autoridad en la cancha y que los jugadores solo hacen lo que el árbitro les permite. Nos contó que un árbitro de baloncesto solo tiene unos pocos segundos para decidir si pitar y parar el partido o dejar que continúe, unos pocos segundos que se reducen cuando arbitras en una liga profesional y, aunque sean los que más abucheos se llevan por sus equivocaciones, un árbitro es una persona que también se equivoca aunque no quiera, no es una máquina. Además, para los interesados en participar en el mundo del arbitraje, dio un gran consejo: "El mayor indicador de que eres un buen árbitro es pasar desapercibido".

Luismi nos enumeró todas las aportaciones del arbitraje en su vida, empezando porque gracias a él conoció a su mujer y ahora están calificados como la mejor pareja de arbitros de basket; le aporta tranquilidad ya que después de las complicadas experiecias en el campo es difícil estresarlo; también le da seguridad en sí mismo, poruque a pesar de que los primeros años tuvo un tutor, ahora debe tomar decisiones muy difíciles por sí mismo y, también le ha permitido aprender a juzgar a la gente, puesto que cuando arbitra en un partido debe dejar los esteriotipos fuera de la cancha.

Luismi nos confirmó que sí puede existir una relación de amistad entre un árbitro y los jugadores o entrenadores, porque ambos saben separar la amistad y el trabajo y dejar la relación fuera de la pista: "Amigos fuera de la pista, árbitros y jueces dentro de ella".

Y en esta amena charla participaron los alumnos aportando su opinión, debatiendo junto a él y haciendo preguntas para saber cosas como cúanto gana, a lo que él divertido respondió que lo suficiente para vivir; también nos informó de que llegó a trabajar con Chevi, actual profesor de Educación Fisica en el colegio; debatieron sobre que actualmente el deporte profesional ha pasado a ser un negocio porque la gente solo quiere polémica; frente a las dudas sobre si hay alguien que felicite a los árbitros, nos informó de que aunque la prensa no los felicite por su trabajo, los compañeros, jefes e incluso los jugadores sí que agradecen y notan el buen trabajo hecho por los árbitros, que a veces, llega a ser más difícil como el de los entrenadores, ya que deben saber todo lo que saben ellos sobre los equipos, por último, a la pregunta sobre si podría elegir un momento en especial de su carrera, nos hizo saber que en la carrera de un árbitro todo momento cuenta y no podría elegir uno solo.

En conclusión, Luismi enseñó a los alumnos que el mundo del arbitraje es un largo camino en el que no paras de aprender para mejorar.